Si has llegado a este post para saber para qué sirve la arena de sílice en el césped artificial, vamos directos al grano: la arena es el relleno más utilizado en las instalaciones domésticas y deportivas porque aporta estabilidad y una mayor durabilidad al césped. Sin embargo, hay más cosas que necesitas saber y que van a venirte bien si quieres que tu césped artificial quede perfecto durante años.
La arena de sílice se usa como relleno en instalaciones sobre cemento, baldosa, hormigón o tierra compactada, y ayuda a que el césped mantenga su forma, su altura y su firmeza desde el primer día. Más que un simple complemento, es un elemento clave para que la instalación funcione como debe.
Beneficios de la arena de sílice para césped artificial
Mejor pisada
Este primer punto es el más característico y, es que, cuando repartes una capa de arena entre las fibras del césped, la superficie se vuelve más mullida y agradable. Caminar, jugar o tumbarse sobre el césped es más cómodo, incluso en los modelos más cortos. En terrazas y jardines es una diferencia que se nota enseguida.
Más sujeción
El peso de la arena evita que las planchas del césped se muevan o se levanten por los bordes con el viento o al moverse. Las fibras quedan más asentadas y estables, lo que aumenta la vida útil de todo el material.
Más estabilidad
La arena actúa como contrapeso, manteniendo todo el césped en su sitio con mucha más facilidad. Cuando lo colocamos en instalaciones deportivas como pistas de pádel o campos de futbol es imprescindible, pero en viviendas también es recomendable. Sobre todo si estás pensando en colocar los modelos de césped de 30 o 40 mm.

Aislamiento térmico y frescor
La arena de sílice retiene parte de la humedad cuando se riega o llueve y ayuda a reducir la temperatura del césped en los días más calurosos. Además, protege la base del césped frente a la radiación solar, lo que ayuda a reducir el desgaste del material.
Mantiene la forma de las fibras
Como la arena se introduce entre las hebras, los granos ayudan a que las fibras vuelvan a levantarse después de pisarlas. Así, el césped conserva un aspecto natural y homogéneo más tiempo.
Aumenta la resistencia
Las fibras se vuelven más firmes y soportan mejor el peso de personas, mascotas o mobiliario. Es un refuerzo excelente en patios, terrazas y zonas de juego donde pisamos el césped constantemente.
Reduce la electricidad estática
Si alguna vez has notado pequeñas descargas al tocar el césped, la arena ayuda a reducir ese efecto, haciendo su uso más agradable.
Mejora el drenaje
Una capa de arena permite que el agua fluya mejor hacia la base drenante, lo que evita que se formen charcos y humedades en la parte inferior.
¿Cuáles son los inconvenientes?
Da problemas en superficies inclinadas
Como puedes imaginar, la arena se va desplazando con el tiempo, tanto por la parte superior del césped como por debajo.
Es más difícil limpiar el césped
No se puede aspirar ni barrer el césped porque moverías la arena. La limpieza debe hacerse con agua, cepillos suaves y productos desinfectantes en caso de que las mascotas lo hayan manchado.
Queda algo extraña en modelos de césped con muchos años
Aunque no lo parezca, los materiales y modelos de césped artificial han cambiado mucho con los años. En modelos antiguos la arena se veía mucho y quedaba algo extraño, pero en los modelos modernos de tonos marrones u ocres pasa desapercibida casi por completo.
¿Qué tipo de arena de sílice debería usar?
Para césped artificial, la arena debe ser:
• Fina (0,5–1 mm)
• Lavada y seca
• Libre de polvo
¿Cuánta arena necesito?
A continuación tienes una tabla orientativa:
| Altura del césped | Cantidad recomendada |
|---|---|
| 7 mm (uso deportivo) | 6–10 kg/m² |
| 20 mm | 3–4 kg/m² |
| 30 mm | 4–5 kg/m² |
| 40 mm | 5–6 kg/m² |
¿Cómo aplicar correctamente la arena?
Extiende y cepilla el césped a contrapelo.
Reparte la arena poco a poco.
Cepilla otra vez para que caiga a la base.
Si lo deseas, riega ligeramente para fijarla mejor.
Un apunte final si quieres poner césped artificial
Imaginamos que ya eres consciente, pero la arena de sílice es uno de esos detalles que mucha gente pasa por alto hasta que conoce realmente su función. Cuando la pones, notas que el césped se siente distinto: más estable, más suave, más fresco y mucho más natural. No hace milagros, pero sí marca la diferencia entre un césped que simplemente “queda bien” y uno que se mantiene perfecto con el paso de los años.
Si estás pensando en instalar césped artificial en tu terraza, jardín o zona deportiva, tener la arena correcta a mano te permitirá disfrutar de un resultado más duradero, más cómodo y más bonito desde el primer día. Y si ya tienes tu instalación hecha y quieres mejorarla, añadir una capa fina de sílice puede darle ese extra que estabas echando en falta.








