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Te damos las mejores soluciones a tus problemas con el césped natural.

Contar con un césped natural cuidado es uno de los mayores atractivos de cualquier jardín, ya que su color y textura nos invita a relajarnos y disfrutar del aire libre en cuanto empieza el buen tiempo. Sin embargo, mantenerlo en buen estado no es tan sencillo como parece porque la llegada del calor, la humedad y los cambios de estación, provocan la aparición de manchas y hongos en el césped natural que deterioran su aspecto y nos obligan a dedicar más tiempo y dinero del que nos gustaría a su mantenimiento.

Si quieres saber cómo identificar las enfermedades típicas del césped natural y qué hacer para que recupere su salud y su color, en este artículo lo contamos todo.

Manchas amarillas o marrones en el césped

El problema más habitual que suele sufrir todo césped natural es la aparición de manchas amarillas o marrones que contrastan con el resto de la superficie. Estas manchas aparecen por muchísimos motivos diferentes, pero lo más habitual es que se deba a falta de riego o, por el contrario, a un exceso de abono. También es muy habitual que aparezcan por la orina de las mascotas, que contiene una concentración alta de nitrógeno capaz de quemar la hierba, o incluso por la acción de insectos subterráneos que dañan la raíz en caso de que no se fumigue con relativa frecuencia.

En estos casos, conviene empezar por revisar la frecuencia del riego y asegurarse de que el agua llega bien a toda la superficie. Si sospechas que la causa está relacionada con exceso de abono, es recomendable que intentes espaciar las aplicaciones y respetar las dosis indicadas por el fabricante.

césped natural estropeado

Hongos y círculos que crecen con rapidez

Los hongos en el césped natural son otra de las amenazas más habituales contra las que tendremos que lidiar y también una de las que más rápido se extienden si no se toman medidas a tiempo. En muchas ocasiones, los hongos aparecen con círculos de color marrón, gris o incluso con un aspecto algo viscoso que va creciendo poco a poco. El exceso de humedad, el calor y la falta de ventilación en el suelo son condiciones perfectas para que aparezcan.

Si detectas zonas de hongos en el césped natural, lo primero es reducir la frecuencia de riego y airear el terreno con un escarificador lo que permite que la tierra respire mejor y evita que el agua se estanque. Además, tendrás que usar un fungicida especial para evitar que los hongos se sigan extendiendo y, cuando el problema afecta a una zona muy concreta, cortar el césped más dañado y quitarlo para evitar que el hongo se extienda a otras zonas del césped que estén sanas.

El avance del musgo y las malas hierbas

Otro de los problemas más habituales que se da en jardines con zonas muy húmedas o con demasiada sombra es la aparición de musgo y malas hierbas que van ganando terreno poco a poco. Puedes saber si realmente es musgo por su textura acolchada y de color más oscuro que puede ir creciendo por las paredes poco a poco, especialmente en las zonas en las que el sol casi no puede acceder.

Para evitar que el musgo se extienda es importante mantener una buena ventilación del terreno y procurar que reciba suficiente luz solar. Si el musgo ya ha aparecido tendrás que usar productos que lo eliminan con mucha rapidez. También es recomendable mejorar el drenaje del suelo en caso de que el agua se quede acumulada ahí con mucha frecuencia.

césped natural con hongos

Césped seco y sin vida en verano

Las altas temperaturas y el calor extremo del verano suelen pasar factura al césped natural. Si notas que empieza a perder su color verde y pasa a tener un aspecto muy frágil y casi sin vida, seguramente se trata de un caso de estrés hídrico. Para corregirlo, te recomendamos regar en las primeras horas de la mañana o al atardecer, cuando el sol no es tan intenso y el agua se absorbe mejor. También puedes mejorar la situación ajustando la altura del corte y, es que, si dejas el césped algo más largo, soportará mejor las altas temperaturas.

¿Merece la pena seguir luchando contra estos problemas?

Aunque la mayoría de estos problemas se pueden tratar usando productos, mejorando la calidad de la tierra o cambiando las horas de riego, lo cierto es que mantener un césped natural en buen estado exige dinero y muchas horas de cuidado. Para quienes no pueden o no quieren asumir ese compromiso, existe una solución: comprar césped artificial.

Esta alternativa permite disfrutar de un espacio verde todo el año sin preocuparse por hongos en el césped natural, manchas, sequías o plagas. No necesita riego, no crece ni se desgasta con el uso y necesita un mantenimiento mínimo. Por eso, cada vez más personas usan césped artificial no solo como una opción estética, sino como la forma más sencilla y práctica de olvidarse de los problemas de siempre.

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