Decorar un jardín es más complicado de lo que parece. Dar forma a un jardín bonito y cómodo en el que disfrutar de los ratos libres con la familia y amigos, requiere de tiempo y esfuerzo. Entre todos los elementos que tenemos que tener en cuenta para dejar un jardín perfecto, las vallas naturales de jardín juegan un papel fundamental. Las vallas para jardines nos ayudan a crear un espacio íntimo, seguro y acogedor en el que disfrutar sin preocuparnos de miradas indiscretas. Son muchos los materiales que podemos utilizar para crear nuestro cerramiento, pero hoy vamos a hablar de las propiedades de las vallas de mimbre natural y de todo el partido que podemos sacar de este material en el jardín.

5 Propiedades de los cerramientos de mimbre

1. Gran capacidad de ocultación

El mimbre natural nos ofrece una ocultación efectiva en jardines y terrazas. Contribuye a incrementar el nivel de intimidad de cualquier espacio exterior. Las vallas creadas con este material no dejan espacios abiertos: el ajuste entre cada fibra es bastante preciso gracias a la facilidad de trabajo que brinda este material.

En comparación con el brezo u otros componentes, es más limpio porque produce menos residuos. Y aguanta mejor los factores de agresión, entre ellos la acción de animales o de otras personas, y la meteorología. Así, el viento no hace que desprendan fibras.

propiedades del mimbre para jardines

 

2. Estética natural y relajante

Las diferentes fibras cosidas crean un efecto natural que resulta muy relajante. El alambre galvanizado que sirve para realizar el trenzado apenas es perceptible y favorece la resistencia del cosido.

Cuando se instala en patios fríos, plagados de materiales sintéticos u hormigón, el mimbre aporta una sensación orgánica que se alinea con las plantas de las que dispongamos en el espacio, con el césped o con los árboles. En este sentido, no podemos dejar de lado que se trata de un material respetuoso con el medio ambiente. Lo natural sienta bien, y le sienta bien al planeta. Poder disfrutar de un material con tantas ventajas sin incrementar nuestra huella ecológica es un privilegio que nos brinda el mimbre.

El color también favorece el efecto estético y emocional. Hay muchos tonos en el mercado, aunque los más demandados son el marrón oscuro y los tonos castaños. Debemos seleccionar el tono en función de nuestros muebles, sobre todo si estos son también de mimbre. El color de la carpintería de las puertas o las pérgolas también puede servirnos de guía a la hora de elegir la cromática adecuada de la valla.

3. Durabilidad

Es muy resistente, incluso cuando se utiliza para incrementar la capacidad de ocultación en vallas de exterior. Por ello, es uno de los materiales que se usan con más frecuencia en exteriores. Si el mimbre de la valla ha sido tratado correctamente, aguanta la lluvia sin ningún problema. Y si se moja con agua procedente a algún sistema de riego, tampoco le restará robustez.

Resiste el paso del tiempo mejor que otros materiales. De hecho, puede competir con el plástico. Con respecto al impacto del sol, aunque puede deslucir el color inicial, no reduce su resistencia y durabilidad.

4. Flexibilidad

Entre las propiedades del mimbre natural se encuentra el hecho de que es muy flexible. Esta fibra vegetal se obtiene a partir de arbustos de la familia de los sauces, de donde hereda sus propiedades. Cuando lo usamos en vallas u otros recursos de ocultación, nos permite un ajuste total al perímetro a cubrir, indistintamente de lo accidentado que sea o los ángulos que presente.

Las vallas de mimbre pueden adaptarse a todos los recovecos del trazado para brindar una intimidad total a los ocupantes de la casa. En caso de ser necesario, también pueden recortarse sin mayores problemas para adaptarla a ciertos obstáculos insalvables, como tomas de agua o de electricidad. De hecho, es una de las principales diferencias entre las vallas naturales y de PVC.

Propiedades del mimbre | Decoración de terrazas

5. Ligereza

Gracias a su ligereza, los elementos de ocultación fabricados con este material pueden transportarse fácilmente desde el almacén o tienda hasta la vivienda donde vaya a instalarse. De igual modo, esta propiedad contribuye a que su instalación requiera menos esfuerzos por nuestra parte.

Además, es una característica muy ventajosa cuando el lugar donde vamos a instalarlo carece de una valla de alambre o pilares donde sujetar los tramos de mimbre cosido. En tal caso, tenemos la opción de colocar cables de alambre en todo el perímetro a vallar para que sirvan como soporte. Luego, solo tenemos que crear varios puntos de sujeción donde colocar el mimbre natural.