Disfrutar del jardín en pleno verano es un placer… siempre que el sol 🌡️ no arruine el plan. Si no quieres meterte en reformas, hay soluciones rápidas y estéticas para crear sombra en el jardín sin hacer obra. Te contamos qué opciones tienes, cuándo conviene cada una y cómo combinarlas para ganar confort desde el primer día.
Trucos para crear zonas de sombra en el jardín
Usa un toldo vela o retráctil
Los toldos vela se suelen instalar cuando buscas mucha sombra, poco peso y cero obra. Se fijan con anclajes atornillados a pared, postes o árboles, tensando la lona para que quede firme y no acumule agua.
Qué elegir: tejido microperforado (deja pasar brisa y reduce el “efecto invernadero”) o poliéster con revestimiento para máxima protección UV.
Forma y tamaño: las velas triangulares permiten composiciones dinámicas y fáciles de adaptar a rincones; las rectangulares cubren más superficie en pérgolas, comedores exteriores o zonas de juego.
Truco de instalación: da una pendiente mínima del 20% hacia un punto para evitar que se acumule el agua de lluvia. Y si vives en una zona con mucho viento, usa kits de tensores y mosquetones de calidad para evitar bolsas de viento.
Para balcones o porches, un toldo retráctil manual o con manivela es comodísimo: se abre cuando necesitas sombra y se recoge en segundos si refresca o sopla viento fuerte.
Sombrillas grandes y parasoles
Una sombrilla de Ø3 m o un parasol con pie desplazado te dan sombra todo el día porque puedes girarlos e inclinarlos sin problema.
Base y estabilidad: prioriza bases con lastre de 60–80 kg o bases rellenables; así incluso en zonas con mucho viento podrás controlar la sombrilla sin que salga volando.
Tejido: busca UPF 50+ y ventilación en la cúpula para que el aire escape y no “levante” la sombrilla.
Uso inteligente: coloca la sombrilla entre el sol y la zona de uso (sofá exterior, mesa, tumbonas) y ajústala cada 60–90 minutos para mantener sombra útil sin mover muebles.
Pérgolas desmontables: Estructura sin obra
Si te apetece un “techo” más serio, las pérgolas desmontables (acero o aluminio) se montan en 1–2 horas y crean un ambiente tipo porche sin necesidad de usar taladros permanentes.
Si buscas algo con más estructura, las pérgolas desmontables son la opción que mejor te va a encajar. Se venden en kit, con materiales resistentes a la intemperie como aluminio o acero, y puedes montarlas tú mismo en unas horas.
La ventaja de este tipo de pérgolas es que puedes cambiarlas de ubicación o desmontarlas cuando no las necesites, lo que resulta perfecto para jardines en los que solo necesitas sombra durante los meses de verano. Además, al no estar ancladas de forma definitiva, no necesitas permisos ni licencias de obra.
Cerramientos Naturales y de PVC: la opción que nunca falla
No todo el sol llega desde arriba; en muchos jardines, la luz y el calor entran de forma lateral y, para esos casos, instalar un cerramiento de brezo, cañizo o mimbre puede aportar la sombra y privacidad que necesitas. Si prefieres una opción sin mantenimiento, los cerramientos de PVC imitación madera o caña son perfectos, ya que resisten el sol y la lluvia sin perder color.
Estos cerramientos se colocan fácilmente con bridas o alambre sobre vallas ya existentes, lo que los convierte en una solución muy rápida y económica.
Muchos de los clientes que llegan a nuestra tienda online terminan comprando uno de nuestros cerramientos, ya que se han convertido en la opción más cómoda para mejorar la privacidad de los jardines y balcones.
Coloca plantas trepadoras
Si te gusta lo natural, monta arcos, celosías o paneles y deja que trepen buganvilla, hiedra, jazmín, parra virgen o madreselva.
Ventajas: aportan sombra fresca, perfuman y atraen polinizadores.
Tiempos: no es instantáneo, pero puedes combinarlo con mallas de sombreo mientras las plantas crecen.
Riego y guía: un riego por goteo y 2–3 guías bien colocadas van a permitir que las plantas crezcan sin problema para que puedas disfrutar de tu cubierta vegetal.
Kits de Sombreo y Mallas
Los kits de sombreo son rollos de malla (al 60–90% de sombreo) que sujetas con bridas o ganchos a pérgolas, vallas o postes.
Cuándo usarlos: en terrazas muy calurosas, patios o como refuerzo temporal en horas punta.
Instalación: ténsala bien y deja un borde solapado si unes piezas para evitar bolsas de viento.
Mantenimiento: una pasada de agua al final del verano y lista para la próxima temporada.
Mira, esto es justo lo que necesitas.
Pavimentos frescos y césped artificial: menos refracción, más confort
El suelo influye mucho en la sensación térmica. Baldosas oscuras y piedra caliente reflejan calor; un césped artificial de tono natural, con buen drenaje y tacto suave – como el modelo de 20 mm – absorbe menos radiación y reduce la acumulación de calor.
Dónde colocarlo: bajo tumbonas, en zonas de juego o alrededor de la piscina.
Extra práctico: además de confort, amortigua caídas y no requiere riego, poda ni abonos.
Cómo elegir (y acertar) a la primera
A la hora de elegir la mejor solución de sombra, lo primero es observar cómo se mueve el sol en tu jardín o terraza durante el día. Dedicar un par de jornadas a fijarte en qué zonas reciben sol por la mañana, al mediodía y por la tarde te dará una idea muy clara de dónde necesitas cubrir desde arriba y dónde conviene bloquear el sol de forma lateral.
También es importante tener en cuenta el viento. En zonas altas, como las terrazas de los áticos, es preferible optar por toldos más pequeños y tejidos microperforados para evitar que la estructura se mueva o acumule bolsas de aire.
En muchos casos, la mejor opción es combinar varias soluciones. Por ejemplo, un toldo puede dar una sombra desde arriba, mientras que un cerramiento de PVC o brezo añade protección lateral y privacidad, creando un rincón acogedor.
Por último, piensa en el mantenimiento que estás dispuesto a asumir. Si buscas algo que no necesite cuidados, el PVC y el césped artificial te darán un buen resultado sin esfuerzo. Si, por el contrario, te gusta lo natural y no te importa dedicar algo de tiempo, las plantas trepadoras con riego por goteo son una apuesta segura que, además, aportan un punto de belleza durante todo el año.
Con estas ideas puedes montar hoy mismo una sombra funcional y bonita en tu jardín, sin taladros complicados ni obras. Empieza por la zona donde más tiempo pasas y añade capas (lona, lateral, suelo agradable) hasta que el espacio esté fresco incluso en las horas críticas.